El currículum vitae es un documento fundamental y su elaboración es uno de los primeros pasos para la búsqueda de empleo que explica de forma resumida el historial académico y profesional de un/a candidato/a a una oferta de empleo o prácticas.
Debe cumplir dos objetivos:
La persona que selecciona (habitualmente, personal técnico de RRHH) analiza las características personales y profesionales expuestas en el CV y decide si se ajusta a las exigidas para ocupar el puesto de trabajo.
El CV por sí solo no sirve para obtener un puesto de trabajo, pero sí es determinante para avanzar en el proceso de selección, esto es, conseguir unha entrevista. Con este documento, ofreces una imagen y es la única información que tiene la empresa de tí hasta ese momento. Es la tarjeta de presentación del/a candidato/a a la empresa que sólo verá lo que está escrito y cómo está escrito.
El CV tiene una estructura, pero se puede modificar el orden de sus apartados según sea tu perfil profesional y los datos que quieras destacar de cara a una oferta concreta. Existen, igualmente, diferentes tipos de CV en función del soporte, diseño, etc. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas. Es muy importante conseguir adaptarlo a los requisitos de la oferta.
La carta de presentación es la tarjeta de visita que presentas a la empresa y que dará la 1ª impresión de tí, por lo que debe transmitir una imagen favorable y positiva. Acompaña el currículum, pero no repite su contenido, sino que destaca tus aspectos personales y profesionales más relevantes cara a la oferta. Por lo tanto, es recomendable personalizarla según la empresa y el puesto al que te presentes. Debes transmitir competencias profesionales relacionadas con el puesto de trabajo y que no tienen cabida en el currículum.
A continuación, dispones de la información relativa a su estructura, tipos y consejos para su elaboración: