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Proterozoico superior–Cámbrico inferior, por debajo de las formaciones ordovícicas reconocidas
(González Lodeiro et al., 1988b; Macaya et al., 1991).
La dataciónmedianteU-Pb en circones de los gneisesmetavolcánicos de El Cardoso comoOrdovícico
Inferior (480 ± 2 Ma; Valverde-Vaquero, 1997), permite que Escuder Viruete et al. (1998) consideren
toda la serie de esquistos y cuarcitas, tanto por encima como por debajo del Gneis de El Cardoso,
como una única formación de edad Ordovícico Inferior a Cámbrico, aproximadamente equivalente
a la Fm. Constante de la cartografía de González Lodeiro (1980). Esta atribución cartográfica es
consistente con nuestras observaciones, pues las series sedimentarias inmediatamente por encima
e inmediatamente por debajo del Gneis de El Cardoso parecen ser la misma (fundamentalmente
esquistos micáceos y cuarcitas, con algunas capas y lentejones de rocas de silicatos cálcicos o cuarcitas
anfibólicas) incluso con continuidad donde las facies más distales de la Fm. Gneis de El Cardoso se
acuñan lateralmente. A este tramo de alternancias de esquistos y cuarcitas le seguiría la Cuarcita
Armoricana o “Cuarcitas blancas en bancos potentes”, con alrededor de 250 m de potencia.
Únicamente en Riofrío de Riaza, al N del Antiforme de El Cardoso, sobre el gneis metagranítico
de Riaza y en una ancha banda de intensa deformación por cizalla, se encuentran metasedimentos
pelítico-samíticos de grado metamórfico y aspecto textural más similar a los que se encuentran al W
de la Falla de Berzosa (paragneises con biotita, granate, estaurolita y sillimanita), y que por tanto no
corresponderían a la Unidad Superior sino a la Intermedia. Además, los únicos gneises metagraníticos
en la zona que intruyen niveles ordovícicos, lo hacen en los propios materiales ortoderivados de la
Fm. Ollo de Sapo (Granito de Bustares en Hiendelaencina y algún pequeño cuerpo leucogranítico en
Honrubia), intruyendo los cuerpos similares más cercanos o relacionables (Gneis de Berzosa, Gneis
Antoñita, el leucogneis de Honrubia) en materiales pre-ordovícicos. Por todo ello, consideramos
que el Gneis de Riaza encaja en materiales del Proterozoico superior-Cámbrico inferior, que se
encuentran separados de los ordovícicos suprayacentes por un accidente dúctil sustractivo. Este
accidente fue ya en parte cartografiado por Hernáiz Huerta et al. (1996) y Escuder Viruete et al.
(1996), aunque como un accidente tardío de importancia menor, cuyo recorrido se encontraría
dentro de su unidad de materiales cambro-ordovícicos.
Tanto en el Macizo de Honrubia como en el Antiforme de Hiendelaencina, ya fuera del área principal
de estudio, la columna de materiales aflorante sobre el Cámbrico inferior–Precámbrico se inicia con
los ortogneises glandulares ordovícicos de la Fm. Ollo de Sapo; aunque al coincidir su base con
un accidente dúctil sustractivo, resulta imposible saber si originalmente se apoyaban sobre niveles
ordovícicos o más antiguos. Los materiales metavolcánicos, con más de 2000 m de espesor, presentan
una evolución vertical compleja, expuesta por González Lodeiro (1980). Se inician con un grueso
paquete macroglandular en la base, cuya edad es 494 ± 4 Ma (método
207
Pb/
206
Pb; Montero et al.,
2007); seguido por un tramo microglandular con niveles intercalados que contienen feldespatos de
mayor tamaño, de edad 483 ± 3Ma (
207
Pb/
206
Pb; Montero et al., 2007). Este tramo contiene también un
cuerpo leucogranítico pre-varisco menos deformado (Granito de Bustares), que debe corresponder a
algún tipo de autointrusión. Sobre estos materiales se encuentran los primeros tramos sedimentarios
de la Fm. Constante, comenzando por facies conglomeráticas, areniscas cuarcíticas, tobas de cristales,
Unidades Tectónicas