Los Trastornos del Neurodesarrollo son un grupo de afecciones con inicio en el período de desarrollo. Se manifiestan, normalmente, de manera precoz, a menudo antes de que el niño/a empiece la escuela primaria, y se caracterizan por un déficit del desarrollo que produce deficiencias del funcionamiento personal, social, académico u ocupacional.
El rango de los déficits varía desde limitaciones muy específicas del aprendizaje o del control de las funciones ejecutivas hasta deficiencias globales de las habilidades sociales o de la inteligencia.
Los Trastornos del Neurodesarrollo concurren frecuentemente; p.egg. un individuo con Trastorno del Espectro Autista a menudo tiene una discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) y muchos niños con un trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) tambien tienen un trastono específico de aprendizaje.
Los trastornos del Neurodesarrollo recogidos en el DSM-5 (APA, 2013) son: discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual), trastorno de la comunicación, trastorno del espectro autista, trastorno por déficit de atención/hiperactividad, trastornos motores del neurodesarrollo y trastornos específicos de aprendizaje.
Brevemente, explicamos cada uno de ellos, centrándonos préviamente en exponer con detalle los criterios diagnósticos de TEA.
A. Deficiencias persistentes en la comunicación social y la interacción social en diferentes contextos, expresadas por lo siguiente, actualmente o por antecedentes:
Especificar la gravedad actual:
La gravedad se basa en el deterioro de la comunicación social y en patrones de comportamiento repetitivos y restringidos.
B. Patrones de comportamiento, intereses o actividades restrictivos y repetitivos, que se manifiestan en dos o más de los siguientes puntos, actualmente o por los antecedentes:
Especificar la gravedad actual:
La gravedad se basa en el deterioro de la comunicación social y en patrones de comportamiento repetitivos y restringidos.
C. Los síntomas deben estar presentes en las primeras etapas del período de desarrollo (pero es posible que no se manifiesten completamente si la demanda social excede las capacidades limitadas, o puede estar enmascarada por estrategias aprendidas en etapas posteriores de la vida).
D. Los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en áreas sociales, laborales u otras áreas importantes de la operación habitual.
E. Estas alteraciones no se explican mejor por la discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) o por el retraso general del desarrollo. La discapacidad intelectual y el desorden del espectro autista a menudo coinciden; Para hacer un diagnóstico de las comorbilidades de un trastorno del espectro autista y una discapacidad intelectual, la comunicación social debe ser inferior a la prevista para el nivel general de desarrollo.
Especificar si:
Con o sin déficit intelectual acompañante.
Con o sin deterioro del lenguaje acompañante.
Asociado con una aflicción médica o genética, a un factor ambiental conocido
Asociado a otro trastorno de neurodesarrollo, mental o de comportamiento.
Con catatonia
La discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) es un trastorno que comienza durante el período de desarrollo y que incluye limitaciones del funcionamiento intelectual como también del comportamiento adaptativo en los dominios conceptual, social y práctico.
Deben cumplir los tres criterios siguientes:
A. Deficiencias de las funciones intelectuales, como el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje a partir de la experiencia, confirmados mediante la evaluación clínica y pruebas de inteligencia estandarizadas individualizadas.
B. Deficiencias del comportamiento adaptativo que producen fracaso del cumplimiento de los estándares de desarrollo y socioculturales para la autonomía personal y la responsabilidad social. Sin apoyo continuo, las deficiencias adaptativas limitan el funcionamiento en una o más actividades de la vida cotidiana, como la comunicación, la participación social y la vida independiente en múltiples entornos tales como el hogar, la escuela, el trabajo y la comunidad.
C. Inicio de las deficiencias intelectuales y adaptativas durante el período de desarrollo.
Nota: El término diagnóstico discapacidad intelectual es equivalente al diagnóstico CIE-11 trastornos del desarrollo intelectual. En este manual, se usan ambos términos para facilitar la relación con otros sistemas de clasificación. Además, una cláusula federal de Estados Unidos (Public Law 111-256, Rosa’s Law) sustituye el término retraso mental por discapacidad intelectual, y las revistas de investigación utilizan el término discapacidad intelectual.
Especificar la gravedad actual:
317 (F70) Leve
318.0 (F71) Moderado
318.1 (F72) Grave
318.2 (F73) Profundo
Este diagnóstico se reserva para individuos menores de 5 años cuando el nivel de gravedad clínica no se puede valorar de forma fiable durante los primeros años de la infancia. Esta categoría se diagnostica cuando un sujeto no cumple con los hitos de desarrollo esperados en varios campos del funcionamiento intelectual, y se aplica a individuos en los que no se puede llevar a cabo una valoración sistemática del funcionamiento intelectual, incluidos niños demasiado pequeños para participar en las pruebas estandarizadas.
Esta categoría se debe volver a valorar después de un período de tiempo.
Los trastornos de la comunicación incluyen el trastorno del lenguaje, el trastorno fonológico y el trastorno de la comunicación social (pragmático), caracterizados por deficiencias en el desarrollo y uso del lenguaje, el habla y la comunicación social, respectivamente, así como el trastorno de la fluidez de la primera infancia. (tartamudeo), caracterizado por cambios en la fluidez normal y la producción del habla, repetición de sonidos o sílabas, prolongación de sonidos de consonantes o vocales, palabras fragmentadas, bloqueos y palabras producidas con exceso de tensión física. Además, al igual que otras alteraciones, no se especifica el trastorno de la comunicación. Todos comienzan precozmente y pueden causar deficiencias funcionales a lo largo de sus vidas.
La clasificación de los mismos es:
F80.2 trastorno del lenguaje (315.32)
F80.0 Trastorno Fonológico (315.39)
F80.81 Trastorno de líquidos de inicio en la infancia (tartamudeo) (315.35)
F80.89 Trastorno de la comunicación social (pragmático) (315.39)
F80.9 Trastorno de la comunicación no especificado (307.9)
Debido a sus características similares con respecto a la TEA, es necesario especificar los criterios para el diagnóstico diferencial de F80.89 Trastorno de la comunicación social (pragmático) (315.39):
A. Dificultades persistentes en el uso social de la comunicación verbal y no verbal que se manifiesta por todos los siguientes factores:
B. Las deficiencias causan limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la participación social, las relaciones sociales, los logros académicos o el desempeño laboral, ya sea individualmente o en combinación.
C. Los síntomas comienzan en las primeras fases del período de desarrollo (pero las deficiencias pueden no manifestarse totalmente hasta que la necesidad de comunicación social supera las capacidades limitadas).
D. Los síntomas no se pueden atribuir a otra afección médica o neurológica ni a la baja capacidad en los dominios de morfología y gramática, y no se explican mejor por un trastorno del espectro del autismo, discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual), retraso global del desarrollo u otro trastorno mental.
A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por (1) y/o (2):
1. Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso en la comprensión de tareas o instrucciones. Para adolescentes myores y adultos (17 y más años de edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas.
2. Hiperactividad e impulsividad: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente a las actividades sociales y académicas/laborales:
Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas.
B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años.
C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (p. ej., en casa, en la escuela o en el trabajo; con los amigos o parientes; en otras actividades).
D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.
Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias).
Especificar si:
314.01 (F90.2) Presentación combinada: Si se cumplen el Criterio A1 (inatención) y el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.
314.00 (F90.0) Presentación predominante con falta de atención: Si se cumple el Criterio A1 (inatención) pero no se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.
314.01 (F90.1) Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) y no se cumple el Criterio A1 (inatención) durante los
últimos 6 meses.
Especificar si:
En remisión parcial: Cuando previamente se cumplían todos los criterios, no todos los criterios se han cumplido durante los últimos 6 meses, y los síntomas siguen deteriorando el funcionamiento
social, académico o laboral.
Especificar la gravedad actual:
Leve: Pocos o ningún síntoma están presentes más que los necesarios para el diagnóstico, y los síntomas sólo producen deterioro mínimo del funcionamiento social o laboral.
Moderado: Síntomas o deterioros funcionales presentes entre “leve” y “grave”.
Grave: Presencia de muchos síntomas aparte de los necesarios para el diagnóstico o de varios síntomas particularmente graves, o los síntomas producen deterioro notable del funcionamiento social o laboral.
A. Dificultad en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes académicas, evidenciado por la presencia de al menos uno de los siguientes síntomas que han persistido por lo menos durante 6 meses, a pesar de intervenciones dirigidas a estas dificultades:
B. Las aptitudes académicas afectadas están sustancialmente y engrado cuantificable por debajo de lo esperado para la edad cronológica del individuo, e interfieren significativamente con el rendimiento
académico o laboral, o con actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas (pruebas) estandarizadas administradas individualmente y una evaluación clínica integral. En individuos de 17 y más años, la historia documentada de las dificultades del aprendizaje se puede sustituir por la evaluación estandarizada.
C. Las dificultades de aprendizaje comienzan en la edad escolar pero pueden no manifestarse totalmente hasta que las demandas de las aptitudes académicas afectadas superan las capacidades limitadas del individuo (p. ej., en exámenes programados, la lectura o escritura de informes complejos y largos para una fecha límite inaplazable, tareas académicas excesivamente pesadas).
D. Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por discapacidades intelectuales, trastornos visuales o auditivos no corregidos, otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio en el lenguaje de instrucción académica o directrices educativas inadecuadas.
Nota: Se han de cumplir los cuatro criterios diagnósticos basándose en una síntesis clínica de la historia del individuo (del desarrollo, médica, familiar, educativa), informes escolares y evaluación psicoeducativa.
Nota de codificación: Especificar todos las áreas académicas y subaptitudes alteradas. Cuando más de un área está alterada, cada una de ellas se codificará individualmente de acuerdo con los siguientes especificadores.
Especificar si:
315.00 (F81.0) Con dificultades en la lectura:
Precisión en la lectura de palabras
Velocidad o fluidez de la lectura
Comprensión de la lectura
Nota: La dislexia es un término alternativo utilizado para referirse a un patrón de dificultades del aprendizaje que se caracteriza por problemas con el reconocimiento de palabras en forma precisa o fluida, deletrear mal y poca capacidad ortográfica. Si se utiliza dislexia para especificar este patrón particular de dificultades, también es importante especificar cualquier dificultad adicional presente, como dificultades de comprensión de la lectura o del razonamiento matemático.
315.2 (F81.81) Con dificultad en la expresión escrita:
Corrección ortográfica
Corrección gramatical y de la puntuación
Claridad u organización de la expresión escrita
315.1 (F81.2) Con dificultad matemática:
Sentido de los números
Memorización de operaciones aritméticas
Cálculo correcto o fluido
Razonamiento matemático correcto
Nota: Discalculia es un término alternativo utilizado para referirse a un patrón de dificultades que se caracteriza por problemas de procesamiento de la información numérica, aprendizaje de operaciones aritméticas y cálculo correcto o fluido. Si se utiliza discalculia para especificar este patrón particular de dificultades matemáticas, también es importante especificar cualquier dificultad adicional presente, como dificultades del razonamiento matemático o del razonamiento correcto de las palabras.
Especificar la gravedad actual:
Leve: Algunas dificultades con las aptitudes de aprendizaje en uno o dos áreas académicas, pero suficientemente leves para que el individuo pueda compensarlas o funcionar bien cuando recibe una adaptación adecuada o servicios de ayuda, especialmente durante la edad escolar.
Moderado: Dificultades notables con las aptitudes de aprendizaje en una o más áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de llegar a ser competente sin algunos períodos de enseñanza intensiva y especializada durante la edad escolar. Se puede necesitar alguna adaptación o servicios de ayuda al menos durante una parte del horario en la escuela, en el lugar de trabajo o en casa para realizar las actividades de forma correcta y eficaz.
Grave: Dificultades graves en las aptitudes de aprendizaje que afectan varias áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de aprender esas aptitudes sin enseñanza constante e intensiva individualizada y especializada durante la mayor parte de los años escolares. Incluso con diversos métodos de adaptación y servicios adecuados en casa, en la escuela o en el lugar de trabajo, el individuo puede no ser capaz de realizar con eficacia todas las actividades.
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de un trastorno de tics que causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento pero que no cumplen todos los criterios de un trastorno de tics o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría de otro trastorno de tics especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de un trastorno de tics o de un trastorno del desarrollo neurológicoespecífico. Esto se hace registrando “otro trastorno de tics especificado” y a continuación el motivo específico (p. ej., “inicio después de los 18 años”).
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de un trastorno de tics que causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento pero que no cumplen todos los criterios de un trastorno de tics o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría trastorno de tics no especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los criterios de un trastorno de tics o de un trastorno específico del desarrollo neurológico, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico.
Servir de guia para el entendimiento y para la búsqueda de recursos, apoyos y atención: nuestro objetivo es facilitar a los padres y madres y a las demás personas que están cerca del niño o niña con TEA/TND, puedan llegar a entenderlo/a, mostrándoles lo que el niño/a es capaz de hacer y, como resultado, facilitando las vías de acceso para que puedan entenderse con pautas específicas de operación y ayuda, de la manera más apropiada (por teléfono, por correo, personalmente ...), tan pronto como se solicite. Además, trataremos de ser una guía para encontrar recursos y apoyos, así como recomendar medidas de asistencia para el desarrollo para estas personas.
Cumplir con nuestro compromiso, generando una relación de confianza: proponemos un trato cercano, accesible, flexible y transparente, basado en la confianza y el respeto. Esto lleva a mantener las reglas de convivencia, pero también a tratar de ganarse la confianza de la persona y las personas involucradas en el servicio. A veces, esta actividad de acercamiento es la más compleja y cuanto más tiempo toma. Debemos dejar en claro a las familias que cualquier error que se cometa en las pruebas o en la relación con ellos y con sus hijos es nuestra responsabilidad. Por lo tanto, nos comprometemos a explicar adecuadamente qué vamos a hacer, cómo y qué objetivos perseguimos; De esta manera, nuestro compromiso estará limitado por nuestra ideología y la práctica consecuente que trata de llevar a cabo el trabajo de acuerdo con los plazos y de la mejor manera posible.
Recopilar toda la información posible para maximizar el conocimiento de la situación: la información, sea cual sea, nos interesa y es útil porque nos permite acercarnos a las familias y otras personas para ayudarles en sus problemas, sin olvidar desarrollarlos. medios precisos para hacerte sentir a gusto.
Dar prioridad a la información familiar y buscar una mejor calidad de vida familiar: esto nos permite acercarnos a la familia, un lugar privilegiado de educación personal; para proporcionarles los medios para ayudarlos a desarrollar el proceso de enseñanza / aprendizaje con su propio afecto y afectividad, ayudándoles a superar conflictos, culpas y mantener un ambiente familiar cálido y unificado. Si existe una mayor calidad de vida en la familia, mayor será la calidad de vida que tendrá la persona que vive en ella.
Proporcionar a la persona los medios y recursos para lograr sus objetivos: la persona tiene derechos y deberes, necesita aprender a vivir con ella y con los demás. Para ello, se tomarán todos los medios adecuados. Nadie nace aprendiendo y todos necesitamos apoyo, en mayor o menor medida, basado en nuestras capacidades. Del mismo modo, cada persona debe tener la posibilidad de manejar y elegir según las opciones reales de la vida futura
Desarrollar una evaluación individualizada, continua y orientada a la mejora: basada en las circunstancias particulares de cada familia y cada persona, sus intereses y motivaciones, facilitando su participación en el proceso, a través de un clima de confianza. Está destinado a realizar una evaluación general de su funcionamiento mental, comportamientos, comunicación, relaciones sociales, habilidades, intereses y aprendizaje vívido de manera que nos permita determinar las fortalezas de su desarrollo, así como, de manera cuidadosa, las áreas que necesitan ser fortalecidas y / o estimular Para hacer esto, es necesario llevar a cabo una evaluación continua y formativa de este proceso, teniendo en cuenta que las alteraciones no deben determinar resultados inadecuados, utilizando o adaptando las pruebas al nivel real de desarrollo del niño.
Adaptarnos a las demandas familiares y personales: buscamos que nuestros informes proporcionen información sobre las necesidades reales de cada persona y familia para poder vivir de todos y todos donde se pueda establecer y desarrollar una verdadera calidad de vida.
El objetivo de la evaluación es el establecimiento de un programa de intervención adecuado para promover el desarrollo del niño o niña en cuestión y facilitar la orientación adecuada de los padres y profesionales.
Cuando se habla de atención temprana, nos referimos a la realizada entre las edades de 2 a 4 (o hasta 6). Lo más apropiado es implementar un programa de intervención lo antes posible (en TEA / TND todavía es difícil hacerlo antes de 2 años) antes de definir un diagnóstico con garantías.
La atención temprana en TEA/TND tiene algunas características diferenciadoras con respecto al tipo de intervención que es aplicable en edades más avanzadas. Entre otros, destacan entre los elementos:
Así mismo, la atención tempranaen TEA/TND también contempla algunas diferencias con respecto a la propia de otros trastornos:
Aunque los niños/as con TEA/TND comparten una serie de características e, por lo tanto, también sus programas de intervención tendrán elementos comunes, el enfoque ha de ser individualizado buscando el adecuado desarrollo de cada individuo y la orientación de cada familia.
El enfoque general de la atención temprana en TEA/TND debe centrarse en una triple vertiente (niño/a, famili y entorno) y los esfuerzos terapéuticos deben dirigirse a todos y cada uno de estos aspectos. De tal forma, habrá que:
Así mesmo, es conveniente que el enfoque sea generalista, debidamente coordinado entre todos os axentes implicados y combinado (no centrado exclusivamente en casa ni en la clínica, sino en casa, escuela infantil y contexto clínico).