La Comunidad Europea promueve la cooperación entre universidades con el fin de mejorar la calidad de la enseñanza en beneficio de los estudiantes y de los centros de enseñanza superior, y considera la movilidad de los estudiantes como un elemento esencial de esta cooperación. Las estancias de estudios en el extranjero constituyen una experiencia particularmente enriquecedora no sólo porque resultan la mejor manera de descubrir países, ideas, lenguas y culturas diferentes, sino que constituyen además un activo importante y cada vez más valioso en la evolución de las carreras universitarias y profesionales.
El reconocimiento de los estudios y los títulos constituye una condición previa para la creación de un espacio abierto europeo en materia de educación y formación en el que los estudiantes y los profesores puedan desplazarse sin obstáculos. Con este fin se desarrolló el Sistema europeo de transferencia de créditos (ECTS, en sus siglas en inglés), en forma de proyecto piloto en el marco del programa Erasmus, con el objetivo de facilitar el reconocimiento académico de los estudios cursados en el extranjero. Una vez demostradas de manera concluyente, gracias a la evaluación externa del ECTS, las posibilidades que ofrece el sistema, la Comisión Europea decidió integrar el ECTS en el programa Sócrates, en concreto dentro del Capítulo I, consagrado a la enseñanza superior (Erasmus). Finalizada la fase piloto, de aplicación limitada, el ECTS se abre ahora a una utilización mucho más amplia como un elemento de la dimensión europea en la enseñanza superior.
El ECTS constituye un instrumento en favor de la transparencia, destinado a establecer las condiciones necesarias para la aproximación entre los centros y a ampliar la gama de opciones que se ofrecen a los estudiantes. Su aplicación por los centros facilita el reconocimiento de los resultados académicos de los estudiantes gracias a la utilización de sistemas de ponderación que pueden ser comprendidos por todos - créditos y calificaciones - y permite un mejor conocimiento de los sistemas nacionales de enseñanza superior. El ECTS se basa en tres elementos básicos: la información sobre los programas de estudios y los resultados de los estudiantes, el acuerdo mutuo entre los centros asociados y los estudiantes, y la utilización de créditos ECTS, valores que representan el volumen de trabajo efectivo del estudiante.
Como anunciábamos en la introducción, el ECTS se basa en tres elementos básicos: la información sobre los programas de estudios y los resultados de los estudiantes, el acuerdo mutuo entre los centros asociados y los estudiantes y la utilización de créditos ECTS, valores que representan el volumen de trabajo efectivo del estudiante. Estos tres elementos básicos se hacen operativos por medio de tres documentos clave: el catálogo informativo, el formulario de candidatura/ contrato de estudios y la certificación académica. Pero el aspecto esencial del ECTS es la participación de estudiantes, profesores y centros que desean que los estudios en el extranjero se reconozcan como parte integrante de los programas de estudios. En sí mismo, el ECTS no determina en modo alguno ni el contenido, ni la estructura, ni la equivalencia de los programas de estudios. Son éstas cuestiones cualitativas que deben regular los propios centros de enseñanza superior al establecer, por medio de acuerdos bilaterales o multilaterales, las bases de una cooperación adecuada. El ECTS constituye un código práctico que ofrece a los interesados los instrumentos necesarios para crear condiciones de transparencia y facilitar el reconocimiento académico.
El reconocimiento académico pleno es una condición sine qua non para la movilidad estudiantil en el marco de los programas Erasmus/Sócrates. Ello supone el reconocimiento de que el periodo de estudios en el extranjero (incluidos los exámenes y otras formas de evaluación) equivale efectivamente a un periodo de estudios comparable (incluidos los exámenes y otras formas de evaluación) en el centro de origen, a pesar de las posibles diferencias de contenido de los programas.
El ECTS se basa en su carácter voluntario y en la confianza mutua, desde el punto de vista académico, entre los centros asociados. Cada centro elige a sus propios socios.
El ECTS garantiza la transparencia mediante los siguientes instrumentos:
• Los créditos ECTS representan, en forma de un valor numérico asignado a cada unidad de curso, el volumen de trabajo que el estudiante debe realizar para superar cada una de ellas. Traducen el volumen de trabajo que cada unidad de curso requiere en relación con el volumen total de trabajo necesario para completar un año de estudios en el centro, es decir, lecciones magistrales, trabajos prácticos, seminarios, periodos de prácticas, trabajo de campo, trabajo personal - en bibliotecas o en el domicilio - así como los exámenes u otros posibles métodos de evaluación. Así pues, el ECTS se basa en el volumen total de trabajo del estudiante y no se limita exclusivamente a las horas de asistencia. En el marco del ECTS, 60 créditos representan el volumen de trabajo de un año académico. Por regla general, 30 créditos equivalen a un semestre y 20 créditos a un trimestre de estudios.
• El catálogo informativo ECTS proporciona al estudiante y al personal docente informaciones útiles sobre los centros, las facultades y departamentos, la organización y estructura de los estudios, así como sobre las unidades de curso.
• El contrato de estudios ECTS describe el programa de estudios que el estudiante deberá seguir, así como los créditos ECTS que se le concederán una vez cumplidas las condiciones requeridas. En este contrato, el estudiante se compromete a cursar estudios en el extranjero como parte integrante de su enseñanza superior, el centro de origen a garantizar el reconocimiento académico pleno de los créditos obtenidos en el extranjero y el centro de acogida a impartir las unidades de curso acordadas, respetando el calendario.
• La certificación académica ECTS presenta de manera clara, completa y fácilmente transferible entre ambas instituciones, los resultados académicos del estudiante.
Para facilitar el reconocimiento académico de los estudios emprendidos o completados en el extranjero se precisa además un alto grado de comunicación y de flexibilidad. A este respecto, los coordinadores ECTS están llamados a desempeñar un papel decisivo en su calidad de responsables principales de los aspectos académicos y administrativos del ECTS.
En principio, los estudiantes acogidos al sistema deben tener acceso a la totalidad de las asignaturas del departamento, facultad o centro que utiliza el ECTS, incluidas las asignaturas de doctorado. Estos estudiantes deben cursar unidades de curso regulares - no cursos expresamente concebidos para ellos - y se les debe ofrecer la posibilidad de satisfacer las exigencias que requiere el centro de acogida para la obtención de un título o diploma. La utilización de créditos ECTS garantiza la organización de programas razonables en cuanto al volumen de trabajo a lo largo del periodo de estudios en el extranjero. Por ejemplo, un estudiante que, para configurar su programa de estudios, seleccione unidades de curso por un valor de 120 créditos ECTS por año académico deberá trabajar el doble que un estudiante medio del centro de acogida, mientras que un estudiante cuyo programa de estudios sume 30 créditos ECTS por año académico asumirá un volumen de trabajo dos veces menor que el de un estudiante medio local y estaría en realidad cursando estudios a tiempo parcial.
El ECTS permite asimismo al estudiante proseguir sus estudios en el extranjero. En efecto, es posible que éste, una vez concluido el periodo de estudios, no desee regresar al centro de origen y prefiera permanecer en el centro de acogida - posiblemente para obtener un título - o incluso optar por una estancia en un tercer centro. Son los propios centros quienes deben decidir al respecto y fijar las condiciones que ha de cumplir el estudiante para obtener un título o transferir su registro de matrícula. A este fin, es de especial utilidad la certificación académica, que ofrece un historial de los resultados académicos del estudiante y facilita la toma de decisiones por parte de los centros.