La Universidad ha de constituir ese laboratorio de ideas en el que germinen aquellas soluciones que permitan transformar una realidad que se muestra claramente inadecuada para una sociedad que se pretende igualitaria en derechos.

El mundo del conocimiento en el que se desarrolla la función docente debe de fomentar la búsqueda de esas nuevas propuestas capaces de fomentar un uso racional y sostenible de los recursos disponibles como medio de facilitar el acceso al derecho fundamental del hábitat. Desde el estudio de los mecanismos de construcción del territorio hasta el desarrollo de sistemas técnicos y materiales, la labor de investigación tiene en la universidad un preferente campo de trabajo en el desarrollo del potencial que aporta el conocimiento especializado.

Contribuciones teóricas y desarrollos concretos de metodologías de trabajo tienen cabida en este espacio que aglutina las diferentes líneas de Investigación. El estudio de la intervención arquitectónica como vía para el desarrollo humano es su nexo común.