La tradición apologista y su incidencia en la configuración de la historiografía lingüística vasca


Maitena Etxebarría Aróstegui

Euskal Herriko Unibertsitatea


Las ideas lingüísticas acerca de la lengua vasca han girado desde antiguo en torno a su origen y procedencia. La necesidad de dar solución al problema de la "lengua primitiva", en el caso vasco, y la filiación de las lenguas que tanto interesó a filósofos y pensadores desde la Antigüedad, se encuentra estrechamente ligada en la cultura occidental a las enseñanzas de la Biblia. Además, el hecho de que existieran parentescos entre distintas lenguas permitió y ayudó a forjar la idea de la existencia de una lengua originaria común. El mito que da forma a todas estas ideas se completa con la dispersión lingüística tras el célebre castigo impuesto en Babel. Este episodio que habla de la repoblación después del diluvio sirvió de base para la elaboración de las ideas dominantes sobre el origen de la lengua vasca (TOVAR, 1980:14).

Desde el Renacimiento, y con antecedentes en el navarro Rodrigo Ximénez de Rada, se encontró una solución a esta cuestión en el marco de la teoría general lingüística del momento, a través de la disgregación de las lenguas de Babel, según el relato de Génesis 11, 1-9. De esta forma la lengua vasca fue considerada como una de las 72 lenguas surgidas con la confusión, de las que más tarde se generaron las existentes, y que fueron llamadas "matrices".

Estas ideas constituyen el germen de la teoría conocida con el nombre de vascoiberismo (CARO BAROJA, 1988), que postula la identidad del vasco y del ibérico y la extensión del vasco por toda la Península en la época prerromana. Así, en el siglo XVI la identificación del vasco como la lengua más antigua de España comienza a ser apoyada o rechazada por varios autores al trazar su historia de España y, según afirma el propio Juan de VALDÉS, esta identificación era una idea muy difundida en la época.

En este contexto algunos autores vascos ponen un gran interés en demostrar este parentesco, así, Esteban de GARIBAY (1571), Andrés de POZA (1587) y, posteriormente, Baltasar de ECHAVE (1607).

En el presente estudio examinaremos las ideas lingüísticas de estos autores vascos, especialmente las de ECHAVE, que prefiguraron la tradición apologista vasca que adquirió su mayor exponente en el siglo XIX con Manuel de LARRAMENDI.


IR A: | Información General del Congreso | Lista de comunicaciones | Alojamiento | Departamento de Lingüística General y Teoría de la Literatura | Universidad de La Coruña|